En ME LLAMO EARL el prota trata de enmendar todos los errores cometidos en su vida con tal de salvar su kharma o algo por el estilo. En ME LLAMO MER la prota nos cuenta un montón de cosas interesantes acerca de lo último de lo último en televisión. En ME LLAMO ARU la prota, o sea, yo, trata de intentar no quejarse más de todo en general porque cada vez estoy cogiendo más parecido con ese entrañable personaje literario de Dickens, Mr. Scroge, o a lo peor, con ese odioso personaje televisivo de Telecinco (Dickens y Telecinco en una misma frase... xddd) llamado Peñafiel.
Así que voy a hacer un propósito, que desde luego no sé si podré cumplir, de dejar de quejarme por todo y por todos de una vez por todas. A ver cuánto me dura la cosa.
Novedades, pocas, ah sí, la semana pasada bautizamos al nene, trámite pasado y familia política contenta, la fiesta familiar e íntima, y más agradable de lo que imaginaba. Más cosas, ah sí, el sábado salí a cenar con amigos y sin mi niño, jeje, por segunda vez desde que soy mamá. Y me di cuenta de que realmente sigo siendo una persona sociable, sólo hablé del peque un 75% del tiempo aproximadamente, contando que en la primera ocasión rocé el 100% podemos decir que he mejorado.
Además la vida es bonita, mañana ganará Obama las elecciones en USA, la reina la ha pifiado con una controvertida declaración de tintes homófobos en el libro de Pilar Urbano (soy muy republicana y no puedo hacer nada por evitarlo) y el Real Madrid perdió la semana pasada en Irún. ¡Qué bonito es Irún!
En fin que sigo sin rumbo fijo en este mi humilde blog, la coherencia de mis textos es cada vez más escasa, como la frecuencia de mis publicaciones, mi blog va perdiendo fuelle, y mis asiduos deben estar más aburridos que Papa Noëlle en agosto, así que pido disculpas y prometo esforzarme más. Con todo os quiero. Y eso, reitero, ¡qué bonito es Irún!
Así que voy a hacer un propósito, que desde luego no sé si podré cumplir, de dejar de quejarme por todo y por todos de una vez por todas. A ver cuánto me dura la cosa.
Novedades, pocas, ah sí, la semana pasada bautizamos al nene, trámite pasado y familia política contenta, la fiesta familiar e íntima, y más agradable de lo que imaginaba. Más cosas, ah sí, el sábado salí a cenar con amigos y sin mi niño, jeje, por segunda vez desde que soy mamá. Y me di cuenta de que realmente sigo siendo una persona sociable, sólo hablé del peque un 75% del tiempo aproximadamente, contando que en la primera ocasión rocé el 100% podemos decir que he mejorado.
Además la vida es bonita, mañana ganará Obama las elecciones en USA, la reina la ha pifiado con una controvertida declaración de tintes homófobos en el libro de Pilar Urbano (soy muy republicana y no puedo hacer nada por evitarlo) y el Real Madrid perdió la semana pasada en Irún. ¡Qué bonito es Irún!
En fin que sigo sin rumbo fijo en este mi humilde blog, la coherencia de mis textos es cada vez más escasa, como la frecuencia de mis publicaciones, mi blog va perdiendo fuelle, y mis asiduos deben estar más aburridos que Papa Noëlle en agosto, así que pido disculpas y prometo esforzarme más. Con todo os quiero. Y eso, reitero, ¡qué bonito es Irún!
Comentarios
¿Disculpas? ¿Esforzarte más? No, no, no... Creo que todos queremos a Aru completita, y sin la presencia del peque en tu discurso ya no vale, ¿no...?
Tú piensa que la ecuación "peque + Aru feliz = lectores contentos" es lo más cierto del mundo...
Que no te disculpes!!! Como dice Juan: Te queremos tal y como eres. O sea, fantástica. Besos!