Ir al contenido principal

Empty nest.

No chicos, mi hijo no se ha independizado, todavía, que el nene es muy espabilado e igual a los 18 se me va de casa ya o puede que suceda todo lo contrario y hasta los 40 no ahueque el ala, vete a saber. Pero bueno esta semana mi nido sí está vacio. La guarderia acabó el 30 de julio y ni su padre ni yo podíamos coger vacaciones aún así que bueno como tantas y tantas veces hicieron mis padres conmigo he mandado al niño al pueblo con los abuelos de vacaciones toda la semana. Y os preguntaréis cómo estoy. Pues bueno el domingo lo dejé con el corazón encogido, y eso que él se quedó más feliz que una perdiz y sólo un beso, una sonrisa y un adiós fueron sus "penas" cuando su mami y su papi le dejaron. Ayer llamé cinco veces a casa de mis padres, mi madre se cansó de decirme que el niño estaba perfecto, cosa que yo sé y que no dudo, si a eso le añadimos que el prenda ni quiso hablar conmigo y que sólo reía sus risas y sus jugueteos de fondo, pues una puede atreverse a afirmar sin riesgo a equivocarse que sí, que el retoño está mejor que nunca y que como yo siempre digo el pueblo es un paraíso para él.
Pero mi corazón seguía encogido. Así que en lugar de tirarme a la bartola mi primera tarde sin él, a hacer "soffing-siesting", avanzar algún capítulo de MAD MEN, bajar a la piscina de la urbanización a tostarme al sol, o incluso acercarme a la playita a darme un bañito, me la pasé ordenando cajas que aún tenía pendientes del traslado de piso para tener mi mente ocupada y no pensar en lo mucho que lo estaba añorando. Y de paso acababa una tarea pendiente desde hace meses, una tarea de esas que sabes positivamente que con un retaco de 2 años por el medio no puedes hacer nunca. Y también repasé la pintura de su habitación, no hace ni seis meses que estamos en nuestro nuevo hogar y ya había un montón de golpes y rallotes en su cuarto, y mira que siempre estoy ojo. Y como no planché ropa atrasada, y organicé documentos, en fin que fue una tarde de lo más productiva.
Tan productiva y tan agotadora que mis planes de noche romántica con mi marido, aprovechando que estamos solos, se fueron al traste nada más llegar él del trabajo. Queríamos ir al cine, a picar algo por ahí en plan tranquilo, pero estaba tan cansada que preparé una cena liviana compuesta de ensalada de pepino, tomate y atún, y de postre un yogur fresquito. Recogí la cocina. Y al sobre directa, eso sí abrazadita románticamente a mi maridito, que hay que aprovechar. No eran ni las diez y media. No podía con mi "arma"! He dormido como un bebé. Como mi bebé que ya no lo es tanto y que tan a gusto de buen seguro habrá dormido con el fresco del pueblo. Aisss qué larga será esta semana!

Comentarios

El Impenitente ha dicho que…
Llegas a casa, abres la puerta y hay silencios estruendosos. Se les echa de menos, la verdad. Mucho.
Juan Rodríguez Millán ha dicho que…
Sólo es una semana. Y ese "sólo" ahora lo entenderás como un mundo, y cuando acabé lo pondrás entre signos de admiración y a lo mejor de interrogación... En cualquier caso, aprovecha la semana y disfrútala, que de vez en cuando unas "vacaciones" también se agradecen seguro, ¿no...?
Arual ha dicho que…
Impenitente imposible encontrar un adjetivo mejor para este silencio, estruendoso, buff!!

Y sí Juan van bien estas "vacaciones" al menos las tareas pendientes ya están hechas y tachadas de la lista donde llevaban intactas varios meses.

Y bueno ayer mi marido y yo hicimos algo que ya casi habíamos olvidado... ir al cine! Aunque la peli elegida fue poco apropiada para desconectar... TOY STORY 3, :)

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa