Ir al contenido principal

Halloween no!!!! Trenes sí!!!!

Bueno vale mi blog promulga la tolerancia en su presentación, y últimamente en mis posts brilla por su ausencia. Lo sé chicos, tengo unos días no demasiado buenos y me temo que los que están por venir serán peores y la verdad me váis a tener que disculpar un poco mis altibajos emocionales, aviso para navegantes!
Pero bueno a lo que iba, ayer estuve en Barcelona por trabajo, para los que conocéis la ciudad os diré que por la zona del Eixample (zona gay por excelencia y no me extraña porque la verdad es que tanto los locales como los restaurantes y galerías de arte que pueblan la zona rezuman buen gusto por todos lados) y flipé porque no sabía si seguía en Cataluña o estaba en cualquier ciudad anglosajona del mundo. Todo estaba decorado con motivos de Halloween (calabazas-calavera y tal) y en ningún lado aparecía la vieja castañera típica de las fechas. Sí ya sé que ver calabazas es más cosmopolita y tal pero y nuestras tradiciones dónde quedan. La noche del 31 aquí celebramos la Castañada y comemos boniato y castañas asadas acompañados de deliciosos panellets de almendra, no entiendo porque la gente se empeña en disfrazarse de vampiro, que para eso tenemos el Carnaval de febrero. Y no es que me parezca mal alimentarnos y enriquecernos de otras costumbres y de otras culturas, pero me da penita que perdamos con tanta facilidad lo nuestro. Tanta era la avalancha "hallowiniana" que al ver una pastelería repleta de panellets de miles de colores y sin calabazas casi lloro. Sensible que está una....
Pero lo mejor de todo el viaje fue ir en tren. Yo sólo viajo en tren por trabajo. Con mi marido lo descarto porque si nos movemos por tierra vamos en coche y si es más lejos en avión. El tren no le gusta. En cambio yo disfruto con la vidilla del tren, claro que lo uso muy esporádicamente, no a diario. Y lo disfruto porque puedo leer (ayer casi me devoré completo un libro que tengo ahora entre manos, al que le tenía ganas de hace tiempo y que os recomiendo encarecidamente, ALTA FIDELIDAD de Nick Hornby), puedo disfrutar del paisaje, escuchar música, observar a la gente, pensar en mis cosas, no sé, me gusta todo eso. Es un tiempo que puedo aprovechar incluso para mirar el correo en mi Blackberry o hojear algún blog.
Y esto es todo por hoy viernes, disfrutad del finde largo, comiendo castañas o decorando calabazas, como guste!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa