Llega Carnaval y desde hace varias semanas llevo preguntándole a mi hijo de que va a querer disfrazarse este año. Hasta ahora yo había tomado la decisión porque era muy pequeño (el primer año fue de diablillo, más mono, el segundo de Winnie The Pooh, pocholísimo, y el año pasado lo disfracé de Pocoyó, guapísimo también), pero ahora me hace gracia que vaya de algo que le gusta y le apetezca.
Empezó diciendo que quería ir de Papa Noël, fruto de la resaca postnavideña imagino y del enamoramiento que tenía con este simpático personaje de barba blanca que lo cubrió de regalos. Después quiso ir de pirata, en realidad quería ir de Jake, el prota de "Jake y los piratas de Nunca Jamás" que emite Disney Jr y que le encanta. Ahora lleva una semana que me dice que quiere ir de vaquero, creo que fue por un capítulo de "La casa de Mickey Mouse" en el que Mickey iba de vaquero, pero claro habrá que concretar y decidirse, y una vez tengamos el disfraz en casa no vale cambiar, pero claro no me fío que no me cambie a última hora de pensamiento, le de el churro y se niegue a ponerse lo que tenemos, así que este año y sin que sirva de precedente creo que voy a apurar más a última hora para agenciarme el disfraz de Carnaval, aunque apurar tanto me mata porque a mí me gusta tener las cosas organizadas con tiempo y no ir a salto de mata a última hora. Rezaré también para que no se le ocurra alguna idea extraña de disfraz que me cueste mucho conseguir, que ese es otro problema de ir con prisas y corrillos.
Por otro lado últimamente estamos viviendo muchos nacimientos de bebés a nuestro alrededor. Está claro, primero hubieron embarazos y ahora lo que sigue es esto. Mi hijo no para de ver como muchos de sus amiguitos están logrando tener hermanitos y ahora ve el asunto como algo que mola y me pregunta por qué no le compramos un hermanito a él y lo llevamos a casa. Me dan ganas de contarle que lo de ir al mercado negro y comprar uno es ilegal, que esto no es como comprar cebollas, pero como tampoco lo iba a entender le digo que a lo mejor si tenemos suerte dentro de un tiempo también vendrá un hermanito a casa para jugar con él, y si no llega, que no se apure, porque mamá y papá siempre jugaran con él y lo querrán un montón. Entonces me mira la barriga y me dice que él cree que sí que hay un bebé dentro, será porque no tengo precisamente la tripa de una top model digo yo. Y me dice que saldrá pronto igual que han salido los hermanitos de sus amiguitos, qué mono él, qué iluso también... Y a mí me mata porque yo pensaba que estaba fuerte con este tema pero me veo que a la mínima que mi retoño me lo referencia ya vuelvo a ponerme en plan negativo, y ponerme así no me va ayudar nada. Qué duro!
Empezó diciendo que quería ir de Papa Noël, fruto de la resaca postnavideña imagino y del enamoramiento que tenía con este simpático personaje de barba blanca que lo cubrió de regalos. Después quiso ir de pirata, en realidad quería ir de Jake, el prota de "Jake y los piratas de Nunca Jamás" que emite Disney Jr y que le encanta. Ahora lleva una semana que me dice que quiere ir de vaquero, creo que fue por un capítulo de "La casa de Mickey Mouse" en el que Mickey iba de vaquero, pero claro habrá que concretar y decidirse, y una vez tengamos el disfraz en casa no vale cambiar, pero claro no me fío que no me cambie a última hora de pensamiento, le de el churro y se niegue a ponerse lo que tenemos, así que este año y sin que sirva de precedente creo que voy a apurar más a última hora para agenciarme el disfraz de Carnaval, aunque apurar tanto me mata porque a mí me gusta tener las cosas organizadas con tiempo y no ir a salto de mata a última hora. Rezaré también para que no se le ocurra alguna idea extraña de disfraz que me cueste mucho conseguir, que ese es otro problema de ir con prisas y corrillos.
Por otro lado últimamente estamos viviendo muchos nacimientos de bebés a nuestro alrededor. Está claro, primero hubieron embarazos y ahora lo que sigue es esto. Mi hijo no para de ver como muchos de sus amiguitos están logrando tener hermanitos y ahora ve el asunto como algo que mola y me pregunta por qué no le compramos un hermanito a él y lo llevamos a casa. Me dan ganas de contarle que lo de ir al mercado negro y comprar uno es ilegal, que esto no es como comprar cebollas, pero como tampoco lo iba a entender le digo que a lo mejor si tenemos suerte dentro de un tiempo también vendrá un hermanito a casa para jugar con él, y si no llega, que no se apure, porque mamá y papá siempre jugaran con él y lo querrán un montón. Entonces me mira la barriga y me dice que él cree que sí que hay un bebé dentro, será porque no tengo precisamente la tripa de una top model digo yo. Y me dice que saldrá pronto igual que han salido los hermanitos de sus amiguitos, qué mono él, qué iluso también... Y a mí me mata porque yo pensaba que estaba fuerte con este tema pero me veo que a la mínima que mi retoño me lo referencia ya vuelvo a ponerme en plan negativo, y ponerme así no me va ayudar nada. Qué duro!
Comentarios
Animo con lo del hermanito, se q es duro, pero llegara seguro.
Un abrazo
LO del hermanito, pues nada, paciencia, aunque sé que es difícil... He pasado la fase en la que los peques te piden un hermanito con muuucha insistencia. Aunque realmente lo piden porque ven que los demás tienen, pero no saben realmente lo que supone...
Besotes!
Lo del hermanito se hace duro, sí y más cuando ves que hay tanta gente alrededor que lo consigue y nosotros no, pero bueno el tiempo nos dirá si ese es nuestro destino o no.
y si no, piensa que ya tienes un hijo, que tienes a esa personita a la que regalarle tu amor, y por la que seguir adelante pese lo que pese y pase lo que pase....
Lo que hagan los demás, que no te afecte, al menos, que no sea en lo que mas te centres...
Relájate guapa, que verás como todo sale bien!
Muchos muchos besos.