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Tributo a las mujeres desesperadas.

Me gustaría unirme a la iniciativa que hoy suma a muchos blogs dedicando un post al final de Desperate Housewives (Mujeres Desesperadas) que como ya sabréis tuvo lugar el domingo por la noche en USA. A pesar de haber visto todos los capítulos de las ocho temporadas, esta serie curiosamente la he visto siempre a ritmo español en Fox, y por eso a estas horas sigo virgen sin saber qué final ha deparado Marc Cherry para nuestras cuatro chicas de Wisteria Lane. Y así permaneceré en la medida que pueda hasta el 6 de junio, día en que la serie dirá su adiós definitivo en Fox España. Podría hacer una maratón y ver los capítulos emitidos en USA ya pero no quiero, seré fiel a mi modo de verla, porque ya han sido muchos años de verla doblada y cuando me acostumbro a ver una serie de una manera no me gusta cambiar. Mad Men siempre la veo en ingles subtitulado porque me gusta la voz de Don Draper y me horroriza verla doblada. Manías. Así que hoy mi tributo es un pequeño tributo solo. Mi gran homenaje espero poder darlo el 7 de junio. Aunque me temo que estaré ahogadita en lágrimas.

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No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa 

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA