Ir al contenido principal

El gatito invisible.

La culpa es mía. Totalmente. Que jugué con fuego una vez y me estoy quemando viva. A los tiernos dos años y medio mi retoño abandono el chupete previa maquinación "maquiavélica" mía.
Una noche un misterioso gatito se llevó su chupete y nunca jamás se supo de él. No fue muy traumático, ya lo conté aquí. Pero a partir de ahí y a modo de venganza se me acabó la tregua que la siesta del peque me proporcionaba porque ya no volvió a echar siestas nunca "mais".
Este fue motivo suficiente para jurar y perjurar que si volvía a parir otra vez mi nuevo retoño no dejaría de llevar chupete hasta que se fuera de botellón porque aquí la menda no se lo quitaría ni con aceite hirviendo.
Pero la historia del gatito no acabó aquí. La verdad es que desde hace mucho tiempo cada vez que mi adorado tesoro comete una tropelía con nocturnidad/diurnidad y alevosía la culpa se la echa al gatito misterioso y se queda tan pancho.
La última, esta semana, el urinario del baño pequeño apareció misteriosamente atascado con una cantidad ingente de toallitas justo unos minutos después de que mi vástago hiciera popo allí mismo, y adivinad a quien se le imputó la causa... al gatito misterioso "of course".
La menda harta de las "diabluras" del gatito, explotó, y mi niño, muy listo él, como no, me respondió: "Mami el gatito es muy malo, ¿no te acuerdas cuándo me quito mi chupete?" Ala me comí al gatito y con patatas...



Comentarios

@Mousikh ha dicho que…
Si es que lo que decimos se puede volver en nuestra contra, jeje... Si te sirve de consuelo mi pequico tampoco se echa siesta desde los dos años y pico y no llevaba chupete, ni había gatito...
Marieta ha dicho que…
Jajajaja, eso nos pasa por inventar!!! Yo se lo quité directamente, un día desapareció, y me dio una pena, ahora los siguientes dos meses las siestas fueron un infierno..luego ya se normalizo y a día de hoy se las sigue echando de vez en cuando, unos días bien y otros regular...
La idea que he visto últimamente y que me ha gustado mucho es la de Madi (entre apuntes y pañales) que le ha cambiado a su rubia el chupete por juguetes y creo que cuando llegue el momento lo pondré en practica con la pequeña!
Un beso!!

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa