La culpa es mía. Totalmente. Que jugué con fuego una vez y me estoy quemando viva. A los tiernos dos años y medio mi retoño abandono el chupete previa maquinación "maquiavélica" mía.
Una noche un misterioso gatito se llevó su chupete y nunca jamás se supo de él. No fue muy traumático, ya lo conté aquí. Pero a partir de ahí y a modo de venganza se me acabó la tregua que la siesta del peque me proporcionaba porque ya no volvió a echar siestas nunca "mais".
Este fue motivo suficiente para jurar y perjurar que si volvía a parir otra vez mi nuevo retoño no dejaría de llevar chupete hasta que se fuera de botellón porque aquí la menda no se lo quitaría ni con aceite hirviendo.
Pero la historia del gatito no acabó aquí. La verdad es que desde hace mucho tiempo cada vez que mi adorado tesoro comete una tropelía con nocturnidad/diurnidad y alevosía la culpa se la echa al gatito misterioso y se queda tan pancho.
La última, esta semana, el urinario del baño pequeño apareció misteriosamente atascado con una cantidad ingente de toallitas justo unos minutos después de que mi vástago hiciera popo allí mismo, y adivinad a quien se le imputó la causa... al gatito misterioso "of course".
La menda harta de las "diabluras" del gatito, explotó, y mi niño, muy listo él, como no, me respondió: "Mami el gatito es muy malo, ¿no te acuerdas cuándo me quito mi chupete?" Ala me comí al gatito y con patatas...
Una noche un misterioso gatito se llevó su chupete y nunca jamás se supo de él. No fue muy traumático, ya lo conté aquí. Pero a partir de ahí y a modo de venganza se me acabó la tregua que la siesta del peque me proporcionaba porque ya no volvió a echar siestas nunca "mais".
Este fue motivo suficiente para jurar y perjurar que si volvía a parir otra vez mi nuevo retoño no dejaría de llevar chupete hasta que se fuera de botellón porque aquí la menda no se lo quitaría ni con aceite hirviendo.
Pero la historia del gatito no acabó aquí. La verdad es que desde hace mucho tiempo cada vez que mi adorado tesoro comete una tropelía con nocturnidad/diurnidad y alevosía la culpa se la echa al gatito misterioso y se queda tan pancho.
La última, esta semana, el urinario del baño pequeño apareció misteriosamente atascado con una cantidad ingente de toallitas justo unos minutos después de que mi vástago hiciera popo allí mismo, y adivinad a quien se le imputó la causa... al gatito misterioso "of course".
La menda harta de las "diabluras" del gatito, explotó, y mi niño, muy listo él, como no, me respondió: "Mami el gatito es muy malo, ¿no te acuerdas cuándo me quito mi chupete?" Ala me comí al gatito y con patatas...
Comentarios
La idea que he visto últimamente y que me ha gustado mucho es la de Madi (entre apuntes y pañales) que le ha cambiado a su rubia el chupete por juguetes y creo que cuando llegue el momento lo pondré en practica con la pequeña!
Un beso!!