Mañana acudiré a una jornada en el colegio de mi hijo mayor sobre educación emocional. Estoy contenta por haber obtenido plaza porque estaba la cosa muy solicitada.
Comiendo en el trabajo hoy lo comentaba y para variar he tenido que escuchar sandeces de todo tipo que he tenido que esquivar diplomáticamente porque algunas venían de parte de estamentos superiores a mí y no me quiero meter en líos, se me entiende.
La cuestión es que me da mucha rabia ser tan diferente en estos temas con la mayoría de las personas que me rodean y con las que convivo a diario. Hay demasiada gente "tóxica" a mi alrededor y me abruma que tengan que cuestionar tantas cosas sobre el modo de enfocar la crianza de mis hijos.
Empezando por mi propia madre, pasando por mi suegra, muchas amigas y compañeras de trabajo, etc. Resulta agotador tener que vigilar lo que digo, lo que pienso, por no enzarzarme continuamente en discusiones vanas que no llevan a nada, y sobre todo ser coherente y no dejarme llevar por los consejos irracionales que a veces me dan.
Cansada de oír lo de la bofetada a tiempo es mano de santo, agotada de escuchar que al final mis hijos me tomarán el pelo, y asqueada de que me miren de reojo cuando literalmente lo que hago es disfrutar y exprimir cada momento de mi vida con ellos.
En fin puede que esté negativa y ahora lo vea todo mal, pero estoy harta. Lo prometo. Eso sí mañana me iré a la jornada y disfrutaré, y lo haré acompañada de otras madres y amigas que comparten mi visión de la crianza. Que quede dicho.
Comiendo en el trabajo hoy lo comentaba y para variar he tenido que escuchar sandeces de todo tipo que he tenido que esquivar diplomáticamente porque algunas venían de parte de estamentos superiores a mí y no me quiero meter en líos, se me entiende.
La cuestión es que me da mucha rabia ser tan diferente en estos temas con la mayoría de las personas que me rodean y con las que convivo a diario. Hay demasiada gente "tóxica" a mi alrededor y me abruma que tengan que cuestionar tantas cosas sobre el modo de enfocar la crianza de mis hijos.
Empezando por mi propia madre, pasando por mi suegra, muchas amigas y compañeras de trabajo, etc. Resulta agotador tener que vigilar lo que digo, lo que pienso, por no enzarzarme continuamente en discusiones vanas que no llevan a nada, y sobre todo ser coherente y no dejarme llevar por los consejos irracionales que a veces me dan.
Cansada de oír lo de la bofetada a tiempo es mano de santo, agotada de escuchar que al final mis hijos me tomarán el pelo, y asqueada de que me miren de reojo cuando literalmente lo que hago es disfrutar y exprimir cada momento de mi vida con ellos.
En fin puede que esté negativa y ahora lo vea todo mal, pero estoy harta. Lo prometo. Eso sí mañana me iré a la jornada y disfrutaré, y lo haré acompañada de otras madres y amigas que comparten mi visión de la crianza. Que quede dicho.
Comentarios
¡Un abrazo grande de parte de los tres!