Lo confieso... soy la madre de Spiderman. Esto es así, mi bebe de apenas 15 meses es un culo inquieto y no para. La verdad es que no puedo quitarle el ojo de encima. He de confesar que con el mayor, que era mucho más tranquilo, no tenía que estar tan atenta. Pero este pequeño es un peligro constante. Y su cabecita en ese ansía innata de investigar que tienen los bebes a su edad no tiene ni una idea buena.
Ya lleva unos cuántos mamporrazos importantes. Se ha tirado de la cama de cabeza, con el consecuente chichón perenne en la frente. Lleva las piernas repletas de moratones por los golpes que se da contra todo y sobre todo cuando se tira en plancha encima de su hermano y falla el tiro. Incluso ayer se dio soberana torta al perder el equilibrio contra el canto del mueble de la tele. Por fin he entendido por qué son útiles los protectores que le puse.
Pero lo más alucinante fue cuando la semana pasada estando su padre sentado en el wc haciendo sus necesidades fue testigo de un prodigio sin igual. Nuestro Spiderman particular entró gateando al baño y se encaramo por el mueble del lavabo hasta arriba con una facilidad pasmosa. Menos mal que estaba su progenitor allí para ayudarle a bajar que sino se mata fijo...
Santa Paciencia!
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