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Lo confieso... soy la madre de Spiderman.

Lo confieso... soy la madre de Spiderman. Esto es así, mi bebe de apenas 15 meses es un culo inquieto y no para. La verdad es que no puedo quitarle el ojo de encima. He de confesar que con el mayor, que era mucho más tranquilo, no tenía que estar tan atenta. Pero este pequeño es un peligro constante. Y su cabecita en ese ansía innata de investigar que tienen los bebes a su edad no tiene ni una idea buena.

Ya lleva unos cuántos mamporrazos importantes. Se ha tirado de la cama de cabeza, con el consecuente chichón perenne en la frente. Lleva las piernas repletas de moratones por los golpes que se da contra todo y sobre todo cuando se tira en plancha encima de su hermano y falla el tiro. Incluso ayer se dio soberana torta al perder el equilibrio contra el canto del mueble de la tele. Por fin he entendido por qué son útiles los protectores que le puse. 

Pero lo más alucinante fue cuando la semana pasada estando su padre sentado en el wc haciendo sus necesidades fue testigo de un prodigio sin igual. Nuestro Spiderman particular entró gateando al baño y se encaramo por el mueble del lavabo hasta arriba con una facilidad pasmosa. Menos mal que estaba su progenitor allí para ayudarle a bajar que sino se mata fijo...

Santa Paciencia!

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No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa 

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA