Llevo unos días de órdago, junio suele ser un mes liado y complicado pero este año está siendo bastante durillo. Así que para aliviar estrés me pongo anoche a ver el último capítulo de una de mis series de cabecera "Game of Thrones" con la emoción y la insensatez que me había propinado el visionado de los dos anteriores episodios.
Atención SPOILERS y CABREO a partir de aquí. Que conste en acta que de misericordia, como reza el título, poca evoca este episodio para con el espectador y fan de la serie.
Mi decepción empieza con una batalla bastante floja entre la cuadrilla irrisoria de Stannis y el ejército bien orquestado de los Bolton. A parte del plano aéreo poco más a comentar. Los actuales huéspedes de Invernalia se comen con patatas a los que aún se mantenían al lado del malévolo y único superviviente de la dinastía Baratheon, en una escena falta de chicha para mi gusto, que se antoja más a una carnicería como la que propinaron los caminantes blancos en Casa Austera que a otra cosa, y que culmina con un líder exhausto, abatido y medio herido deambulando entre los árboles y observando su más que merecida derrota. Todos nos alegramos cuando llega Brienne de Tarth y remata la faena, "of course" pero tampoco nos alucina la idea de que el cabroncete vástago Bolton vuelva victorioso a casa. Menos mal que Sansa parece ser que se las pira con un Theon que en el último momento parece recobrar algo de lucidez.
En Bravoos asistimos a para mí una de las mejores escenas de todo el capítulo, Arya se venga de Meryn Trant en el burdel, el primero de su famosa lista. Aunque después le espera una lección de su "mentor" que parece ser no le aguardará nada bueno en el futuro próximo a la pequeña Stark.
En Mereen tampoco pasa nada especial digno de mencionar, quitando la escenita entre Varys y Tyrion, cuyo reencuentro me parece de lo más propio para seguir desarrollando la trama allí, el resto de secuencias me parecen de relleno. Vemos a los dos enamorados de Dayneris saliendo en su búsqueda tras la desaparición de ella en los lomos de su querido Drogon. Aquella escena épica y maravillosa con la que se cerró el capítulo 9 me dejó volando literalmente de emoción. De ahí que la continuación de la misma me haya dejado más fría que un mármol. Quería ver otro plano de la reina de dragones sobrevolando los campos con ella a su lomo. Demostrando su grandeza. Sin embargo la conexión dragón y madre de dragón parece tener menos química que la de Carmena y Aguirre, por poner un ejemplo político de actualidad. Y la pobre le toca bajar a pata por la montaña para salir del quinto pino al que le he llevado su hijito para darse de bruces con ejército de hombres a caballo con cara de pocos amigos. En fin que epicidad ahí también cero patatero.
En el Dorne asistimos a la despedida por parte de la familia Martell del Matarreyes que se lleva a su sobrina y al enamorado de ésta hacia Desembarco del Rey. En este punto se intenta que el espectador llore un poco con el momento paterno-filial de Myrcella y Jaimie pero la química falla estrepitosamente y ya para rematar nos atestan un puñal de esos sin sentido alguno, la muerte por veneno de la joven a manos, más bien boca, de la malnacida de Ellaria Sand.
Ya llevamos unos cuantos fiambres y sumando. Nos trasladamos a la capital de los Siete Reinos y allí asistimos a la confesión parcial de Cersei y su expiación posterior por las calles de Desembarco del Rey. Disfrutamos porque la muy puñetera se lo merece cien veces cien. Pero su carita de venganza lo dice todo. Alguien la va a flipar en la sexta temporada.
Y cuando parece que ya se han tocado todos los palos posibles en el capítulo, quedan aún cinco minutos de metraje, y sabes que chicha, lo que se dice chicha, no ha habido mucha en "Mother's Mercy", nos vamos otra vez al muro donde un rato antes Jon Snow se ha despedido de Sam. Allí al igual que Julio Cesar, que murió apuñalado por los suyos, a nuestro héroe le espera un final de lo más denigrante que he visto en mi vida. Cae en una emboscada urdida por los suyos, por el odio y la traición más vil, en una escena que jamás olvidaré y que acabó de cabrearme y bien.
A partir de aquí queda casi un año para que se me pase el enfado monumental que llevo con la serie y que en parte me ayudará a sobrellevar la ausencia que habitualmente me provoca el final de sus temporadas.
No sé cuando superaré la muerte de mi héroe, Jon Snow, al que ya imaginaba batallando incansable contra los caminantes blancos en la gran batalla final, junto a Dainerys, la gran reina ya proclamada de los Siete Reinos. Pero con esta serie nada es lo que parece, y lo que sí que es aconsejable es no tener cariño ni devoción a ningún personaje, yo ya me hago aséptica a todo y a todos... GRRRRRRRR!!!!!
Atención SPOILERS y CABREO a partir de aquí. Que conste en acta que de misericordia, como reza el título, poca evoca este episodio para con el espectador y fan de la serie.
Mi decepción empieza con una batalla bastante floja entre la cuadrilla irrisoria de Stannis y el ejército bien orquestado de los Bolton. A parte del plano aéreo poco más a comentar. Los actuales huéspedes de Invernalia se comen con patatas a los que aún se mantenían al lado del malévolo y único superviviente de la dinastía Baratheon, en una escena falta de chicha para mi gusto, que se antoja más a una carnicería como la que propinaron los caminantes blancos en Casa Austera que a otra cosa, y que culmina con un líder exhausto, abatido y medio herido deambulando entre los árboles y observando su más que merecida derrota. Todos nos alegramos cuando llega Brienne de Tarth y remata la faena, "of course" pero tampoco nos alucina la idea de que el cabroncete vástago Bolton vuelva victorioso a casa. Menos mal que Sansa parece ser que se las pira con un Theon que en el último momento parece recobrar algo de lucidez.
En Bravoos asistimos a para mí una de las mejores escenas de todo el capítulo, Arya se venga de Meryn Trant en el burdel, el primero de su famosa lista. Aunque después le espera una lección de su "mentor" que parece ser no le aguardará nada bueno en el futuro próximo a la pequeña Stark.
En Mereen tampoco pasa nada especial digno de mencionar, quitando la escenita entre Varys y Tyrion, cuyo reencuentro me parece de lo más propio para seguir desarrollando la trama allí, el resto de secuencias me parecen de relleno. Vemos a los dos enamorados de Dayneris saliendo en su búsqueda tras la desaparición de ella en los lomos de su querido Drogon. Aquella escena épica y maravillosa con la que se cerró el capítulo 9 me dejó volando literalmente de emoción. De ahí que la continuación de la misma me haya dejado más fría que un mármol. Quería ver otro plano de la reina de dragones sobrevolando los campos con ella a su lomo. Demostrando su grandeza. Sin embargo la conexión dragón y madre de dragón parece tener menos química que la de Carmena y Aguirre, por poner un ejemplo político de actualidad. Y la pobre le toca bajar a pata por la montaña para salir del quinto pino al que le he llevado su hijito para darse de bruces con ejército de hombres a caballo con cara de pocos amigos. En fin que epicidad ahí también cero patatero.
En el Dorne asistimos a la despedida por parte de la familia Martell del Matarreyes que se lleva a su sobrina y al enamorado de ésta hacia Desembarco del Rey. En este punto se intenta que el espectador llore un poco con el momento paterno-filial de Myrcella y Jaimie pero la química falla estrepitosamente y ya para rematar nos atestan un puñal de esos sin sentido alguno, la muerte por veneno de la joven a manos, más bien boca, de la malnacida de Ellaria Sand.
Ya llevamos unos cuantos fiambres y sumando. Nos trasladamos a la capital de los Siete Reinos y allí asistimos a la confesión parcial de Cersei y su expiación posterior por las calles de Desembarco del Rey. Disfrutamos porque la muy puñetera se lo merece cien veces cien. Pero su carita de venganza lo dice todo. Alguien la va a flipar en la sexta temporada.
Y cuando parece que ya se han tocado todos los palos posibles en el capítulo, quedan aún cinco minutos de metraje, y sabes que chicha, lo que se dice chicha, no ha habido mucha en "Mother's Mercy", nos vamos otra vez al muro donde un rato antes Jon Snow se ha despedido de Sam. Allí al igual que Julio Cesar, que murió apuñalado por los suyos, a nuestro héroe le espera un final de lo más denigrante que he visto en mi vida. Cae en una emboscada urdida por los suyos, por el odio y la traición más vil, en una escena que jamás olvidaré y que acabó de cabrearme y bien.
A partir de aquí queda casi un año para que se me pase el enfado monumental que llevo con la serie y que en parte me ayudará a sobrellevar la ausencia que habitualmente me provoca el final de sus temporadas.
No sé cuando superaré la muerte de mi héroe, Jon Snow, al que ya imaginaba batallando incansable contra los caminantes blancos en la gran batalla final, junto a Dainerys, la gran reina ya proclamada de los Siete Reinos. Pero con esta serie nada es lo que parece, y lo que sí que es aconsejable es no tener cariño ni devoción a ningún personaje, yo ya me hago aséptica a todo y a todos... GRRRRRRRR!!!!!
Comentarios
Carpet welcome por estos lares, aissss la verdad es que yo también me paso poco por aquí y por todos lados, no se puede estar a todo, pero lo importante es que no os olvidáis en el Gus de mi ni yo de vosotros, muassss!!
Arual